miércoles, 4 de diciembre de 2013

Devastación de alta frecuencia, la última revolución en los mercados financieros.


La actual globalización financiera construida sobre la desregulación y libertad de los movimientos de capitales comenzada en la década de los 80; reforzada y fomentada después por las innovaciones en las tecnologías de la información, ha permitido operar en mercados financieros muy alejados geográficamente y de distintos husos horarios. Recientemente, se ha venido produciendo otra gran transformación en el mundo de las finanzas que nos explican en el documental francés “Trading de alta frecuencia”. Esta forma de operar está basada en órdenes de compra-venta, introducidas por los agentes financieros en unos ordenadores que denominan agentes robotizados, para un volumen y precio determinado de las acciones y en unas condiciones específicas, que son efectuadas en microsegundos; avanzada tecnología para la especulación siguiendo la máxima de comprar barato y vender caro.


Estas transacciones de alta velocidad poseen un elemento espacial pues, cuanto más cerca se esté del centro neurálgico financiero, más rápido circularán las ordenes de compra-venta; motivo por el cual según refleja el documental, la actividad de la Bolsa de París ha sido trasladada a la City de Londres, el principal centro financiero de Europa. Recibir la información y efectuar órdenes una milésima de segundo antes proporciona una ventaja frente al resto de competidores del mercado que puede proporcionar beneficios de millones de euros a los agentes financieros, sin embargo, la consumación de miles de estas órdenes por segundo hace a estos mercados más inestables y más volátiles. Aunque sus defensores argumenten que episodios de alta volatilidad no sean sucesos frecuentes, basta con que ocurran una vez para que miles de inversores pierdan todo su dinero y se lleguen a crear efectos devastadores sobre la economía real. La historia nos muestra que los episodios de fuerte volatilidad en los mercados de valores son acompañantes frecuentes de la reciente globalización financiera y, de una magnitud tan dañina en sus manifestaciones en la economía real, que debería ser un tema de extrema importancia para los gobiernos de todo el mundo no menospreciar estos riesgos, pues la preocupación surgida tras la quiebra de Lehman Brothers parece ser que se ha evaporado de la opinión pública así como de la agenda política.

Otra característica del Trading de alta frecuencia es su estrategia de operar en el mercado basada en algoritmos, el secreto mejor guardado de los agentes financieros que operan de esta forma, y que supone un problema de información imperfecta que va más allá de la capacidad de los grandes intermediarios financieros de evaluar la información frente a otros agentes, o del acceso a información privada que no tienen otros agentes. Además, este tipo de operaciones de alta velocidad dificultan la actuación de las instituciones supervisoras o reguladoras de los mercados de valores facilitando diversos fraudes como la saturación y las interferencias; como se expone en el documental con el caso de un “trader” holandés, condenado con una multa irrisoria por beneficiarse del efecto rebaño que él mismo provoca en el mercado, tras poner una trampa en la que otros inversores cayeron. Si un operador individual puede hacer tal manipulación del mercado, ¿qué no podrán hacer los grandes operadores institucionales?, esto supone otra muestra más de que los mercados financieros no son eficientes y de la existencia de avanzadas técnicas de arbitraje, que apunta más a una dinámica inestable que de equilibrio en los mercados financieros, sin entrar a valorar aquí la teoría de la agencia, el desigual acceso a la financiación y posibilidades de apalancamiento de los agentes, la estabilidad desestabilizadora de la cual habla Hyman Minsky, o los “animal spirits” que trataba Keynes y que el galardonado con el Premio Nobel de Economía Robert Shiller ha vuelto a poner de actualidad.

Las inversiones marcan el ritmo de la economía; y si los gobiernos siguen permitiendo que ésta función se parezca al funcionamiento de un casino, sumada a la anarquía del capital en un mundo global con diferentes reglas de juego, las cosas no harán más que seguir empeorando sin vislumbrar horizonte alguno de mejora. ¿Será la Tasa Tobin eficaz para limitar en buena medida los efectos de la especulación? Los resultados obtenidos en Francia parecen indicar que para los inversores “extranjeros” no supone dificultad alguna evitar el impuesto; además de ser una medida totalmente inútil sobre los efectos de transmisión de volatilidad que puedan producirse, dada la mayor integración de las economías de los países por motivo de sus vínculos comerciales y financieros y, en especial, por reacciones de los inversores por causas no relacionadas con los fundamentales del país.


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8 comentarios:

  1. Si no hay una coordinación internacional dwesde una gobernanza mundial es dudable la eficacia de medidas de este tipo a nivel regional. Lo que no quiere decir que no hayamos de trabajar para que lo primero sea posible. ¿Lo veremos en los programas de los listas a las elecciones europeas?

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  2. Las monedas sociales han introducido novedades con respecto a las monedas habituales en los mercados financieros. Su diferencia busca el desarrollo de economías locales basadas en principios éticos y de sostenibilidad con monedas que dependan de los protagonistas de la economía, de los seres humanos y no de los mercados.

    Si los mercados financieros destruyen la economía a gran velocidad el problema no es la prohibición ya que esta en un mercado global causaría cosquillas a los grandes especuladores. La Tasa Tobin fue diseñada para un mundo que no existe ya que es el de la presencia del estado como regulador. No hay mas estado del bienestar y no han mas estado protector cuando la única utilidad de estos es ser la primera linea en la destrucción de los bienes sociales.

    Seguramente el recuerdo del pasado inmediato anime a much@s a seguir pidiendo esta regulación, es posible incluso que surjan fuerzas políticas con poder electoral para intentarlo pero ellas no podrán resolver el problema de fondo que es la unificación económica del mundo y la libre circulación de capitales a la velocidad de la luz.

    En este panorama las nuevas monedas sociales tienen poco que hacer, sus economías son marginales para plantearse como potencia alternativa capaz de atraer las fuerzas productivas de la sociedad e imponer sus valores en la circulación de los capitales.

    ¿Qué podemos hacer entonces?

    Si tenemos en cuenta que lo que está sucediendo es un ciclo acelerado de renovación y concentración del capital la única forma de parar esta loca dinámica es impedir la inversión de determinados capitales en los ciclos productivos, aislar la burbuja hasta que se consuma a si misma buscando donde realizarse.

    En las monedas sociales el valor determinante es la voluntad humana, es ella la que evalúa lo que es sostenible o no, es ella la que define los productos que lleva al mercado o que construye con el propio mercado. Si algo no hay en los mercados financieros es esta voz de mando. Hay personas sin duda, las que se benefician de esta locura, pero son los mercados los que guían su codicia.

    Si hay algún principio que cambiar en todas partes es "quien decide", no cambiarlo para que figure en los anales o en las isos de calidad, sino cambiarlo de forma efectiva en todos los procesos productivos.

    El sitio para cambiar esto es en toda la sociedad que trabaja para que sea en ellos donde empiece a trabajar el nuevo principio sin esperar a las monedas sociales.

    Necesitamos para este cambio nuevos valores en toda la sociedad pero especialmente necesitamos una nueva actitud en la que el ser humano no se sienta parte de la economía sino quien está al mando. Necesitamos también algo ya demostrado pero para lo que aún no hay herramientas suficientes, necesitamos inteligencia colectiva, la única forma de conseguir que millones de seres humanos dejemos de ser piezas del mercado global para ser los agentes determinantes del cambio.

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  3. Espartaco gracias por tu comentario, como te comente ayer estas cuestiones rebasan las políticas nacionales incluso las uniones de un par de países en un frente común si no tienen un peso considerable, aunque quien sabe, los acontecimientos no ocurren como esperamos o parece en principio que serán, pero comparto lo que dices. Jivago me gustaría que me aclarases unas cuestiones en torno a las monedas sociales que comentas ¿cómo se atraería la inversión si es una moneda aceptada solo en el ámbito local?, ¿qué pasaría con los intercambios comerciales internacionales o entre regiones con diferentes monedas y su tasa de cambio?, ¿qué tipo de control tendría su volúmen de circulación y qué garantizaría su valor respecto a otras monedas o su valor intertemporal? Saludos

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  4. Esteban Cruz la pregunta creo es muy adecuada. ¿Qué moneda garantizaría que no se estancara la economía si aislamos al mercado financiero en su burbuja?.

    Podemos verlo en concreto. Si dos regiones pierden sus monedas (arde la fábrica de moneda en ambas) ¿como harán sus intercambios? Podrán pagar usando otras monedas, si disponen de ellas, usando los valores de conversión, si los hay. La razón de que se pueda es que los precios reflejan unos valores aceptados según la experiencia en el mercado. Esos valores están reflejados hoy en los cambios entre monedas.

    La ventaja de tener monedas sociales es que tenemos equivalencias entre los valores de mercado con las monedas tradicionales y sus valores en estas.

    Si en el momento de perderse la relación entre las monedas en cada país emisor se crea una moneda social, con el mismo criterio que se han creado las ya existentes, la nueva moneda empezará su camino determinando su valor por igualdad con la desaparecida. Por ejemplo 1€ = 1 NuevaPeseta. Los valores en esta moneda de cualquier producto se saben ese mismo día.

    Siguiendo este criterio en cada país tendríamos, en muy pocas horas, las mismas equivalencias de cambio que había con las monedas preexistentes. El comercio seguiría sin problema, pero con monedas sujetas a nuestra decisión y no a la voluntad de los mercados.

    La desventaja de las monedas sociales actuales es que se centran exclusivamente en los mercados locales dejando al descubierto muchos trabajos que son posibles en mercados mayores como son los que manejan intangibles o servicios. Cuando estas monedas aumentan sus mercados se llega a los servicios, pero este ritmo es muy lento para la velocidad de la crisis.

    ¿Como incluir a millones de parados urbanos en un mercado tan pequeño?. Es el mismo problema que planteamos antes para los países que se quedan sin moneda. A parte de cambiar su actitud y ofrecer sus habilidades sin esperar al contratador, lo único que necesita saber es cuanto cuesta su producto en todos esos mercados. Lo tendría muy facil si dispusiéramos de una moneda de equivalencias basadas en monedas sociales http://www.jivablog.com/02-05-2013/moneda-de-equivalencias-basadas-en-monedas-sociales.html.

    La moneda es un instrumento, podemos crear los que necesitemos, no necesitamos las suyas.

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  5. Jivago la narración artificial de una situación de desaparición de las monedas tradicionales indiferentemente de que me parezca correcta o no al pasarla a la realidad, no sería sustituible por un ajuste equivalente entre nuevas monedas surgidas, básicamente porque no es la misma relación al aparecer un número mayor de monedas y ni siquiera está justificado que aparezca tal moneda siendo una sola con la misma confianza y valor que la desaparecida, no puedes justificar que aparezca 1nueva peseta = a 1 € si tenemos en cuenta el comercio internacional, la especialización y la transferencia de tecnologías. Un ejemplo sencillo para comprender esto aunque no sea en ámbito económico creo que puedes encontrarlo en el problema de los tres cuerpos de Poincaré. Podemos tener equivalencia o una tasa de convesión entre estas monedas sociales y la tradicional, por supuesto contaba con ello y en mi pregunta está implícito esto, el problema es la estabilidad de tal tasa de conversión, puesto que si no existe tal estabilidad las monedas sociales estarán destinadas a desaparecer tal como vinieron ante la mayor estabilidad de las monedas tradicionales. Entiendo tu planteamiento en torno a poner a trabajar a millones de parados usando una moneda local o social, en la práctica tendrías los mismos problemas que un país que se queda sin divisas extranjeras para sus importaciones de materias primas para el funcionamiento de su industria y su economía, y problemas de inflación graves si creemos que podemos crear todo cuanto necesitemos, que no tengamos más que ir al creador de moneda y imprimirnos al gusto...Me parece entiendo tu postura, pero que no barajaste los errores en tu estrategia, es un problema de ilusión monetaria grave. Hay que poner a trabajar a esos millones de parados, hay que darle un impulso a la demanda agregada y hacer que el capital circule por la economía real y no se dedique a alimentar la especulación en los mercados financieros en busca de beneficios sin aportar nada, pero no creo que sea un problema de política monetaria en absoluto, sino de gobernanza global y coordinación de políticas fiscales y comerciales, entre otro tipo de regulaciones. Aún así no rechazo que se pueda hacer algo en los términos que planteas en una situación como la actual a pequeña escala y que funcione como un circuito cerrado para satisfacer las necesidades primarias de las personas en dificil situación. Un saludo

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  6. Como decía la moneda es un instrumento y no "La Solución". Las monedas sociales que sustituyan a las actuales solo son posibles si l@s ciudan@s están dispuestos a crear una economía sobre bases distintas a la actual, es esa economía la que mantendrá la estabilidad del cambio no las monedas por si mismas.

    El modelo ficticio que he expuesto es solo para mostrar su viabilidad técnica. Su viabilidad real ni siquiera es económica, es fundamentalmente política, entendiendo por política las decisiones y acciones de los ciudadanos para cambiar su futuro.

    La ilusión, que efectivamente tiene mi relato, es que l@s ciudadanos dejen de esperar milagros, que dejen de esperar la estibilidad financiera, que dejen de soñar con el retorno del pasado dorado pues no volverá. Si algún día cambia la actual actitud pasiva por una actitud activa y comprometida. la ilusión será una fuerza de cambio como lo ha sido en el pasado en otros momentos decisivos.

    Mientras esto sucede o no sucede, no es mala idea trabajar en estos modelos de cambio pues nos hacen falta.

    En cualquier caso gracias por el artículo que me ha ayudado a exponer conjuntadas cosas que ya tenía antes pero dispersas.

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  7. Buenos dias Esteban...te has dado cuenta que el vídeo que insertastes en el post ya no esta disponible.,,sabes de una manera de recuperarlo ya que la cuenta que lo subió ha sido cancelada...se sabe si se volvió a subir desde otra?

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  8. Francisco gracias por comentármelo, ya se puede volver a ver el video desde aquí de nuevo. Saludos

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