lunes, 16 de abril de 2012

YPF ¿Un punto de inflexión en el sistema?

La bandera de YPF (Yacimientos Petrolíferos Fiscales) ondea junto a la de Argentina, delante de las oficinas de YPF en Buenos Aires después de que se anunciase su expropiación de manos del gobierno Argentino de Cristina Fernández de Kirchner. 

 

Los acontecimientos que llevaron hoy a tal desenlace, tienen su comienzo en 1999 , cuando Repsol adquiere el 97,81% de la argentina YPF S.A, la mayor compañía privada de petroleo y gas de Latinoamerica, que cayo dentro de la ola privatizadora del gobierno de Carlos Menem, quien, tras haber asumido la deuda de la empresa petrolera y haber despedido a casi 35 mil de sus trabajadores, remató YPF en una operación irregular y a un precio muy por debajo de su valor. Repsol entonces amplio su capital a 288 millones de acciones como parte del plan de refinanciación tras la adquisición de YPF. 

Vamos a evaluar brevemente las situaciones de ambas empresas antes de la adquisición de YPF por parte de Repsol:

Antes de 1999, los activos de Repsol estaban repartidos de la siguiente manera: Industrialización y Comercialización, 42 %; Gas, 27 %; Exploración y Producción, 23 % (de los que la mayor parte corresponde a Producción). Los activos de YPF, por su parte, se componían así: Exploración y Producción, 64 %; Industrialización y Comercialización, 32 %.
Por su parte, las grandes petroleras internacionales mantienen sus activos concentrando el 50 % en Exploración y Producción; y el 30 % en Industrialización y Comercialización, aproximadamente.
La inversión destinada en los primeros segmentos del proceso productivo del sector de hidrocarburos, es decir Exploración y Producción (que incluye Perforación), es mucho más arriesgada y costosa que el Transporte y la Distribución. En el primer caso, la inversión debe ser permanente, ya que se debe mantener la actividad, que no siempre es segura; mientras que en el segundo, una vez hecha la instalación de la infraestructura necesaria (primera inversión), el mantenimiento es insignificante.

Por lo tanto, se trataba de un “negocio redondo” para Repsol, ya que compro una empresa que hizo el gran esfuerzo de explorar y perforar para disfrutar de los ingresos de la venta del producto y sus derivados, algo de lo que posteriormente disfruto Repsol a lo largo de todos estos años. Desde que Repsol se hizo con el control de YPF en 1999, la filial argentina ha cerrado sus balances en positivo, con ganancias que en algunos ejercicios equivalieron a casi la mitad de los beneficios mundiales del grupo español.

Mientras que el total de las reservas comprobadas del país se mantuvo, o incluso experimentó una leve subida, las de YPF (a partir de 1999 Repsol -YPF), disminuyeron.
Ante la escasez de reemplazo de reservas YPF disminuyo su producción, e inicio en 2010 un cambio de estrategia pues, para aumentar sus reservas de petroleo, comenzó a invertir en exploración y producción. En el año 2011 se ha alcanzado en YPF una tasa de reemplazo de reservas del 112% frente al 84% del 2010. La tasa de reemplazo en crudo ha sido del 169% frente al 100% del 2010. Estos datos que podemos ver en la web de Repsol contradicen unas palabras de la Presidenta Argentina Cristina Fernández, que responsabiliza a la compañía de la bajada en la producción por falta de inversión, pues si bien es cierto que la producción ha bajado en 2011 (YPF produjo un 6'5% de barriles menos que en 2010), parece ser que la causa no ha sido por la falta de inversión, al menos en estos dos últimos años, pero el comportamiento de la multinacional con la bajada de la producción de barriles de YPF y sobre todo, por la maximizacion de sus beneficios a través de las exportaciones (en claro beneficio de sus accionistas y no de Argentina, pues, es una empresa privada) si es responsable de que el gobierno Argentino haya importado el año pasado combustibles por valor de unos 10.000 millones de dolares, produciendo un fuerte impacto en su balanza comercial, amenazando el crecimiento económico del país. A todo esto habría que añadir las violaciones de derechos humanos y del medio ambiente que esta empresa realiza, pero es cuestión que aquí no abordare aquí. Y Tambien, las nueve filiales de Repsol domiciliadas en varios paraísos fiscales, según la información que figura en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), lo que supone un grave problema para el mantenimiento del Estado de Bienestar en los países amenazando la vía más importante para financiar estos gastos que tiene un Estado, los impuestos .

En estas exploraciones de los últimos años, YPF ha descubierto un yacimiento gigantesco de hidrocarburos al suroeste de Argentina, Vaca Muerta, una verdadera perla energética. El presidente de Repsol, Antonio Brufau, aseguró que Vaca Muerta constituye "la oportunidad para soportar desde el punto de vista energético el desarrollo económico de Argentina". Pero es una apuesta a futuro que requerirá de un inversión mínima de unos 25.000 millones de dólares anuales durante una década, dinero y tiempo que una Argentina con serios problemas de abastecimiento energético no tiene ahora.. Ante esta situación la presidenta Argentina, Cristina Fernández, anuncio la intervención de YPF a través de un proyecto de ley que ha expropiado el 51% de la empresa, participada en un 57% por la empresa española Repsol, dando comienzo a una "guerra" con la empresa multinacioanl.. 

Con todo esto, Repsol tacha de ilicita la decisión y anuncia medidas legales asegurando que el Estado Argentino no ha justificado la utilidad pública que se persigue con la expropiación.

Esta medida ha armado mucho revuelo en nuestro país, los medios de comunicación demonizan al gobierno Argentino, los políticos españoles han tomado posiciones agresivas y amenazantes, declarando la expropiación de YPF como un gesto hostil hacia nuestro país.

La Comisión Europea ha advertido al Gobierno Argentino de que la expropiación del 51 % del capital social de YPF enviaría una señal "muy negativa" a los inversores y podría dañar seriamente el clima de negocio en el país. Además, señala que este problema debe arreglarse entre España y Argentina pues, el marco jurídico que se aplica en este caso es el tratado de protección de la inversión bilateral (BIT) entre España y Argentina. Legalmente se trata de un asunto bilateral y no hay un papel con base legal para la UE en relación con Argentina o cualquier otro mecanismo de arbitraje internacional bajo el BIT.

Ahora bien, cierto es que Repsol es una empresa de origen Español, pero nada tiene que ver con el gobierno Español ni con los intereses de sus ciudadanos, pues, culmino su proceso de privatización en 1997 y es propiedad de accionistas privados con sus propios intereses, ajenos a los intereses del Estado Español, pero, si bien es cierto que el gobierno tiene un compromiso con las empresas españolas y debe velar por sus intereses “allí donde haya una” en palabras del propio presidente del gobierno Mariano Rajoy ¿Realmente pertenece Repsol a españoles?



















Como podemos ver, la mayor parte de sus acciones no son propiedad de empresas o accionistas españoles, sino extranjeros, por tanto, ¿qué pinta el gobierno español en una confrontación diplomática con un país soberano cuyo problema es con una Multinacional, y no con otro estado soberano? ¿Por qué esa efusividad de nuestros representantes políticos por los intereses de una multinacional de capital extranjero (en su mayor parte)? ¿Dónde se esconden estos políticos cuando hay que defender el mantenimiento del estado de Bienestar Español ante Merkel y cía? ¿Por qué el gobierno Español no defiende los intereses de España en Bruselas como defiende los intereses de Repsol en Argentina? 
 
Personalmente, aparte de observar incredulo a lo que a mi parecer es el colmo del corporativismo, un gobierno defendiendo intereses privados de residentes extranjeros ante un país soberano, me crea la duda de si nuestro gobierno, con la connivencia de los medios de comunicación y las apariciones estelares en tono amenazante de personalidades del gobierno en televisión, mención especial al momento en que cortaron la programación para que el Ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo y el ministro de Industria, José Manuel Soria respondieran al gobierno Argentino tras este hecho (si, ese mismo gobierno que recortó 10.000 Millones de € en el párrafo 3 de una nota de prensa,), de si no estará utilizando el patriotismo que antaño uso la dama de hierro Margaret Tatcher con un conflicto diplomático como fue la guerra de las Malvinas, tras abrir la veda neoliberal con sus medidas, mas tarde recogidas en lo que se denomino “Consenso de Washington”, para desviar la atención de los ciudadanos ante el desmembramiento del Estado de bienestar al que estamos siendo sometidos, y sus medidas cada vez mas radicales contra la ciudadanía.

A modo de conclusión dejo una pregunta que es bastante compleja y conflictiva,¿Es legítimo que Argentina (como cualquier país) expropie una empresa si lo considera conveniente para los intereses de su pueblo? En las constituciones de ambos países podremos encontrar la respuesta.

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