martes, 10 de abril de 2012

La opacidad fiscal ahoga la democracia. Paraísos fiscales.

Los paraisos fiscales suponen un grave problema para el mantenimiento del Estado de Bienestar en los países amenazando la vía más importante para financiar estos gastos que tiene un Estado, los impuestos. ¿Por qué no se les da importancia en los medios ante los recortes que estamos sufriendo?

Cada año desaparecen en el mundo miles de millones de euros que van a parar a centros financieros offshore o paraísos fiscales con el fin de eludir impuestos. Se calcula que más de 8 billones de euros permanecen ocultos en paraísos fiscales sin que sus propietarios paguen ni un céntimo al erario público de sus respectivos países, aunque este es un volumen financiero difícil de cuantificar pues, para las actividades económicas que se esconden tras el abuso y el delito financiero, no es posible su observación directa por economistas y estadísticos, haciendo muy difícil la obtención de datos sobre el valor de las fortunas mantenidas en estos centros financieros offshore. El principal inconveniente es que ni los gobiernos ni las instituciones financieras internacionales parecen ser capaces de conseguir estos datos o no quieren investigar el alcance global de los paraísos fiscales
Las consecuencias son la evasión masiva de los impuestos, la resultante erosión del presupuesto estatal y una progresiva falta de respeto por la ley.

La expresión paraíso fiscal no es muy afortunada porque sugiere la idea de que aquel país donde se obliga a pagar impuestos es un infierno. Esto es totalmente falso, pues los impuestos son la base de la convivencia social organizada, como todos sabemos, en la selva no existen impuestos. Los impuestos son la contraprestación de los servicios comunes que necesitamos y recibimos cuando convivimos en sociedad; cuanto más desarrollada  y avanzada es una sociedad más impuestos son necesarios para satisfacer las necesidades colectivas que individualmente no podemos atender, como la educación de los hijos, la atención de la salud, la retribución en situación de desempleo, las pensiones y el cuidado de los ancianos, la seguridad pública, la disponibilidad de vías públicas... 

Actualmente los impuestos son mucho más importantes como fuente de recaudación de ingresos para los Estados de lo que eran hace años, debido a  que las otras fuentes de ingresos públicos se han reducido como consecuencia de las privatizaciones de las grandes empresas y de los bienes públicos que se han ido vendiendo para saldar los déficit presupuestarios públicos, que se habían ido creando con las rebajas de impuestos para el capital y las rentas y ello a su vez, principalmente, derivado de la idea muy difundida de que el Estado debe reducirse, debe gastar cada vez menos para que la sociedad se desarrolle más, según nos dicen. Esta es una idea egoísta que defienden siempre quienes tienen mucho dinero y mucho poder económico y social y son más insolidarios porque pueden pagarse todo, desde los hospitales privados hasta la policía particular.

Como resultado de la elusión y la evasión impositivas, tanto los países pobres como los ricos no logran recaudar importantes montantes que podrían ser empleados para combatir la pobreza y estimular el desarrollo. Ello afecta los esfuerzos nacionales e internacionales en pos del desarrollo, incluyendo el logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODMs), entre ellos, reducir a la mitad el porcentaje de personas que viven en extrema pobreza y que padecen hambre, lograr la enseñanza primaria universal y detener la transmisión de enfermedades infecciosas en todo el mundo para el año 2015.


El creciente desarrollo de la economía mundial y del comercio internacional hacen que el fenómeno de la elusión fiscal alcance límites internacionales. Al igual que sucede en los supuestos de elusión fiscal interna, el resultado de los mecanismos elusivos utilizados por los contribuyentes atenta contra el principio de justicia tributaria, pero con la variante de que el efecto no se dirige en un sólo sentido sino que afecta a varios sistemas tributarios. En otras palabras, si en la elusión fiscal interna se transgrede el principio de justicia tributaria y, en palabras del Tribunal Constitucional, lo que "unos no paguen debiendo pagar, lo tendrán que pagar otros con más espíritu cívico o menos posibilidad de defraudar.", en los supuestos de elusión fiscal internacional se afecta dicho principio pero no en relación con sujetos sino con las finanzas de los diferentes Estados, ya que lo no percibido por uno será un ingreso para otro.

















El colmo de la liberalización financiera lo ejemplifican algunos paraísos fiscales del Pacifico. Hace unos años, las islas Marshall y Niue, habían establecido unos curiosos acuerdos de asociación por los que un agente externo controlaba la autorización para acceder al mercado financiero de las islas, asumiendo funciones básicas de regulación, que nominalmente son responsabilidad de un Gobierno; en las islas Marshall la supervisión de las operaciones financieras extraterritoriales estaba en manos de Reston, una filial de una compañía multinacional de Virginia, mientras en el paraíso fiscal de Niue estaba controlado por un despacho de abogados de Panamá; y había también sistemas similares en algunos otros paraísos fiscales del Caribe.
Está claro que estas privatizaciones sobre lo que tendría que ser el control del Estado sobre el capital son una muestra de la función que desempeñan los centros financieros offshore como paradigma de desregulación o de Estado mínimo, de minimización del poder político respecto a los mercados financieros.

Mientras, por un lado, esa desregulación constituye su mayor atractivo para el capital financiero cualquiera que sea su origen licito o ilícito; por otro, representa una sutil o más bien descarada presión sobre los Estados decentes para que cedan a los programas de mayor reducciones fiscales y de liberalización de servicios públicos de los grupos sociales dominantes. Más aún, generalmente se ignora que muchas de las grandes operaciones financieras y de comercio marítimo se apoyan en filiales o sociedades vinculadas al grupo o corporación actuante, registradas en paraísos fiscales para diluir riesgos económicos, cuando no responsabilidades, de modo que llegado el caso la autoría nunca logre  ser depurada por  los tribunales, como sucede con la investigación sobre el hundimiento del Prestige asociado a Liberia, las Bahamas, Liechtenstein y Suiza.
Otras veces, las sociedades instrumentales en offshore permiten burlar la legislación estatal como pusieron de manifiesto en 2004, las investigaciones del Congreso y la SEC, la Comisión Nacional del Mercado de Valores estadounidense, en relación con Halliburton, la conocida corporación de servicios petroleros del Vicepresidente Cheney que, pese a las prohibiciones, realizaba ventas de equipos para la industria petrolera de Irán mediante su filial.

Las investigaciones policiales y judiciales suelen caer en la trampa de intentar seguir las huellas del camino que han transitado los capitales, peregrinando de un lugar a otro. Y en ese intento de seguir las huellas de los flujos financieros que, nacen, transitan y/ó finalizan, en los centros financieros extraterritoriales, los paraísos fiscales, con frecuencia terminan perdiéndose en los laberínticos vericuetos hacia los que se han dirigido, como sucede en la kafkiana maraña de procedimientos burocráticos que las peticiones de los jueces europeos tienen que seguir en el Principado de Liechtenstein  para obtener datos relativos a denuncias presentadas en Francia, Alemania o España, como reveló la investigación llevada a cabo por el Parlamento francés hace unos años.

Y así, mientras periodistas, jueces y policías se afanan buscando rastros entre fatigosas montañas de documentos, el dinero corre por todo el mundo a golpe de ordenador, buscando beneficios inmediatos, aprovechando los tipos de interés altos en uno u
otro país, comprando y vendiendo acciones que no tienen nada que ver con el valor de las empresas que las han emitido, especulando sobre propiedades inmobiliarias, en materias primas o en recursos naturales escasos. El dinero fácil y abundante para especular destruye así la producción real, agrava la depredación ecológica, condena a la miseria a millones de personas en los países del Sur, facilita el tráfico de influencias, la evasión fiscal, el tráfico de drogas y de armas, y la financiación del terrorismo; y todo ello mediante sociedades interpuestas, creadas ex profeso en los paraísos fiscales extraterritoriales.


A nivel general, existen siete tesis contra los paraísos fiscales, que se abordan de manera extendida en este libro de ATTAC “El transfondo de los paraísos fiscales": (aquí os dejo el enlace al blog de su autor, Juan Hernández Vigueras, por si os interesan otros libros que ha escrito sobre este tema)

1. Reducen los ingresos fiscales y las prestaciones sociales.
2. Ofrecen impunidad para la delincuencia de corbata.
3. Hacen vulnerables a las democracias.
4. Incentivan la especulación y la inestabilidad financieras.
5. Amparan la irresponsabilidad en la gestión marítima.
6. Contribuyen al empobrecimiento del Sur.
7. Facilitan la financiación de grupos terroristas.


El Grupo Extraterritorial de Supervisores Bancarios (OGBS)Animados por el Comité de Basilea, en 1980  los propios paraisos fiscales crearon sus propias agrupaciones para defender sus intereses e influir en los organismos internacionales defendiendo la máxima libertad de los movimientos transnacionales de capitales. Surgió así el Grupo Extraterritorial de Supervisores Bancarios u Offshore Group of Banking Supervisors (OGBS), integrado en 2003  por 19 miembros, todos significativos paraísos fiscales  de la lista de la OCDE. Y desde 1981, la presidencia del Grupo corresponde al británico Colin Powell, que es el Presidente (chairman) de la Jersey Financial Services Commission, el organismo al que compete la regulación de los servicios financieros de la isla de Jersey, uno de tantos poderes ocultos y muy influyentes aunque no tenga
gobierno conocido.  Interesante, ¿verdad? Pues en internet, se dispone de muchas páginas en inglés donde se detalla casi todo.


El G20 solicitó a las instituciones financieras internacionales y a las organizaciones intergubernamentales (Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional, OCDE y ONU) elaborar un informe que diera cuenta de las prioridades contenidas en el pilar sobre “movilización de recursos domésticos” aprobado en Cumbre de Seúl de noviembre de 2010.
La versión final del informe, titulado “Apoyar el desarrollo de sistemas tributarios efectivos” fue presentada a los líderes del G20 en la Cumbre de Cannes ,en noviembre de 2011. El informe también reconoce que “el traslado de ganancias de las empresas multinacionales es una preocupación creciente” y que “las preocupaciones acerca de potenciales pérdidas tributarias ocasionadas por la manipulación de precios de transferencia son compartidas por países en desarrollo y desarrollados por igual”.
El G20 instó a las empresas multinacionales a mejorar la transparencia y a cumplir totalmente con las leyes tributarias vigentes. Aunque esto no incluye una mención explícita a requerir información financiera desglosada país por país, tal como promueven  las organizaciones sociales

Sin embargo, no se incluyen referencias a la necesidad de transparencia del beneficiario efectivo de las cuentas y las acciones.  Este es un tema crucial que tiene un fuerte impacto en las acciones para enfrentar el lavado de dinero y los flujos ilícitos de capitales

La Red por la Justicia Fiscal(TJN) ha llamado a las empresas a suministrar detalles país por país acerca de dónde obtienen sus ganancias para contribuir a eliminar la fijación del precio de transferencias que facilita la evasión fiscal. Tres ONG alemanas hicieron eco de este llamado en un informe sobre finanzas públicas redactado por Jens Martens: "Son los países industrializados, especialmente la Unión Europea, Estados Unidos y las instituciones que estos dominan - el FMI, el Banco Mundial y la OMC - los responsables por la erosión de las fuentes de ingresos... Solo se puede lograr una tributación efectiva de las corporaciones transnacionales, la lucha contra la corrupción y la repatriación de fondos malversados de cuentas en bancos extranjeros a países del sur global mediante una mayor cooperación multilateral".
El FMI lleva a cabo un programa de vigilancia conocido como Informes sobre el Cumplimiento de Normas y Códigos (ROSC, por sus siglas en inglés), los cuales constituyen evaluaciones de los sistemas financieros de los países, incluyendo el tema de la lucha contra el lavado de dinero y el combate a la financiación del terrorismo

Integrantes de la campaña lanzada por la Red por la Justicia Fiscal  han realizado críticas al marco de los ROSC En su blog citan a un experto legal, quien expresa lo siguiente: "la forma en que el FMI ha estado realizando los ROSC ha llevado a que su proceso de vigilancia de centros financieros offshore se convierta en una garantía de aprobación". En un comentario realizado en marzo al Financial Times, los miembros de la TJN, John Christensen y David Spencer, sostuvieron que las actuales iniciativas oficiales, incluyendo los informes del FMI están "legitimando lo ilegítimo" dado que pasan por alto las prácticas bancarias que facilitan la evasión fiscal, por ejemplo, el FMI otorgó una calificación aceptable a Liechtenstein en lo que respecta al lavado de dinero precisamente el mismo mes en que Alemania lanzaba una investigación masiva en torno a la evasión de impuestos en ese país alpino muestra que el Fondo aun tiene mucho por hacer si es que desea contribuir a eliminar los flujos ilícitos.


Existen importantes empresas multinacionales que se dedican a gestionar servicios de optimización fiscal en centros financieros offshore, entre otros servicios financieros. La empresa más importante del mundo en estas actividades es Pricewaterhouse (PwC), que cuenta con oficinas en 20 provincias españolas. Estas empresas ofrecen servicios tales como:
  • Servicio de Accionista Fiduciario
  • Servicio de Director Fiduciario
  • Servicio de Secretario Fiduciario
  • Mantenimiento y teneduría de los libros contables de su sociedad
  • Domicilio social
  • Registro y obtención (si procede) de un VAT Number (número de IVA)
  • Cuenta bancaria para su Sociedad Offshore

Es curioso como publicitan sus servicios una de estas empresas multinacionales, tax & advise, una de las más importantes del mundo en este sector, clasificando los paraísos fiscales (no existe un modelo estándar) según las oportunidades que ofrecen y los servicios en los que destacan respecto a otros centros financieros Offshore:
  • Optimización del comercio internacional: Sociedad Offshore en Hong Kong
  • Protección de la privacidad: Sociedad Offshore en Ras Al Kaimah
  • Rapidez en la constitución de la sociedad: Sociedad Offshore en Delaware
  • Optimización del Juego online y Apuestas: Sociedad Offshore en la Isla de Man
  • Otros intenciones: Otras Jurisdicciones Offshore

La solución al problema de la fuga de capitales está en hacer caso omiso del secreto bancario sobre asuntos fiscales y crear el intercambio automático de la información fiscal relevante en el contexto internacional. Por ejemplo, si las inversiones de un Español no estuvieran protegidas por el secreto del banco en un paraísos fiscal y si éste tuviera que dar automáticamente al gobierno argentino la información fiscal sobre la inversión de esa persona, eso disminuiría substancialmente la fuga de capitales y la consecuente evasión de impuestos.

El intercambio de la información entre gobiernos sobre la fuga de capitales fue pedido urgentemente por John Maynard Keynes y Harry Dexter White, los principales arquitectos del FMI, cuando se redactó el acuerdo Bretton Woods en 1944. Pero se alega que esta propuesta recibió oposición de la comunidad financiera de EStados Unidos la cual se ha beneficiado con la fuga de capitales.

Al concluir la cumbre del G-20 el pasado Noviembre en Cannes, el presidente Francés Nicolas Sarkozy, cuyo país preside el grupo actualmente, hizo unas declaraciones asegurando que "los paraísos fiscales serán excluidos de la comunidad internacional", palabras que siguen la línea de anteriores declaraciones públicas de Sarkozy y otros líderes mundiales pero que de momento, solo se limitan a eso, palabras, mientras que poco se ha avanzado en la práctica. ¿Ganarán la batalla los intereses financieros a los intereses de los países democráticos soberanos? Esta lucha solo será efectiva si los países están dispuestos a cooperar entre ellos.

Dejo un enlace al documental "Paraísos fiscales, la gran evasión", es muy interesante, contiene un ejemplo muy sencillo a través de unas bolas de nieve de como las empresas usan los precios de transferencia para eludir impuestos, entre otras cosas.


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